La matemática financiera nació en la antigüedad, y se creó por la necesidad del hombre cobrar un interés, pensando que, si alguien le debía dinero o vaca, debía recibir una compensación por el tiempo que esa persona tardara en saldar la deuda.
Antes
de la invención del dinero los intercambios comerciales se hacían mediante, lo
que comúnmente llamamos, trueque. Pero este sistema era confuso y traía muchos
problemas entonces se intentó utilizar ciertos productos, que cumplían la misma
función del dinero actual, como los granos del cacao, el vino y la sal (de ahí
viene la palabra salario), eran productos aceptados por todos y comunes,
fáciles de intercambiar. En cualquier caso, la mercancía elegida debía reunir
una serie de requisitos, por ejemplo, que sea duradera, que no se deteriore con
el tiempo, transportable y divisible. Debido a que pocas mercancías podían
cumplir con esta lista de requisitos y así servir como dinero, rápidamente los
metales preciosos (oro y plata) comenzaron a ser utilizados y aceptados como
medio de pago. De esta manera se evolucionó hacia el dinero metálico.
Luego,
las personas comenzaron a guardar sus monedas con los orfebres de las
comunidades y este le dabas un recibo con la cantidad dinero que tenían guardados
en la casa del orfebre, se decidió usar los recibos como forma de pago y así la
persona que poseía el recibió contaba con una cantidad de oro, al recibo tener
valor se usó como unos de los primeros billetes.
Con este negocio, los orfebres pronto se hicieron muy ricos y de este modo se convirtieron en los primeros banqueros. Durante mucho tiempo, las monedas y los billetes podían cambiarse por el oro depositado en las arcas de los banqueros. De esa forma en torno a este metal precioso, se organizó el sistema financiero del siglo XIX, de esta forma podemos ver que se empezó a crear las finanzas y las matemáticas financieras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario